Una periodista de Unitel, en Bolivia, se hizo pasar como una persona interesada en un anuncio publicado en redes sociales y contactó a una adolescente que ofrece al bebé que espera. Pide 1.500 bolivianos.
Según la joven, exige esa suma porque será sometida a una cesárea.
La adolescente
que ofrece al bebé que espera le dijo a la supuesta compradora que le entregaría a la niña el día que dé a luz.
Y agregó que si se confirmaba la transacción “ya no voy a ofrecer a otras personas, voy a decir que ya está adoptado el bebé”.
Según la adolescente, su pareja la abandonó.