Atlanta United volvió a desperdiciar la ventaja y sucumbió ante un Cincinnati muy práctico que aprovechó los errores del plantel dirigido por Gonzalo Pineda. La semana anterior el equipo de Georgia cedió dos puntos en casa ante Philadelphia y esta vez, nuevamente de local, perdió el invicto en casa al caer 1-2.
Saba tuvo una de las presentaciones más discretas desde que llegó al equipo, al minuto 11 falló una ocasión clara de gol solo frente al portero y de ahí en adelante se dedicó a desperdiciar centros que normalmente pasaban lejos de los atacantes locales.
El cuadro visitante estrelló dos balones en los palos, una en cada mitad del partido, que presagiaban sus intenciones ofensivas, ante las desconcentraciones de una defensa local que daba muchas ventajas.
Mosquera, que por primera vez esta temporada comenzó como titular, mostró mucha voluntad, pero poca efectividad, lo que redundó en que Atlanta tuviera escasas ocasiones de
gol, hasta que el minuto 58 apareció Almada, quien con remate certero fuera del área abrió el marcador y puso a soñar a los fanáticos.
La alegría duró apenas tres minutos, ya que el mismo Almada cometió un error infantil en el cobro de un tiro de esquina y se la entregó a un rival para que en fulminante contragolpe Cincinnati decretara el empate momentáneo 1-1.
El gol visitante dejó fría a la fanaticada y estáticos a los jugadores locales que vieron como un par de minutos más tarde el visitante conseguiría el 2-1 definitivo por intermedio de Lucho Acosta. Atlanta buscó el empate más con ganas que con fútbol, pero Cincinnati, con inteligencia, hizo lo que no sabe hacer Atlanta, proteger el resultado a favor y se llevó merecidamente la victoria.
Atlanta, que con Pineda ha demostrado ser un débil visitante, jugará el sábado en Chicago con la idea de por lo menos arañar un punto que lo mantenga en la mitad de la tabla de posiciones.
