En la ciudad estadounidense de Cincinnati, un hombre identificado como Joey Likins descubrió que en un pulmón tenía incrustado un piercing nasal que había perdido hace cinco años.
El sujeto llegó de urgencia al hospital luego de una fuerte tos que presentaba. El personal de salud que lo atendió temía que los síntomas estuvieran relacionados con una neumonía, por lo que le formularon las
radiografías pertinentes.
Sin embargo, las placas arrojaron algo bastante sorpresivo y es que Joey Likins tenía incrustada, en un pulmón, el piercing nasal que había perdido cinco años atrás.
Tras el descubrimiento, los médicos procedieron a realizar la extracción de la joya, así que al hombre le fue realizada una broncoscopia y, por lo tanto, se le introdujo un tubo por la garganta.
