Los padres de una recién nacida prematura afirmaron que los trabajadores de un hospital en Boston, Estados Unidos, tiraron el cuerpo de su hija entre las sábanas sucias solo días después de su fallecimiento.
La pequeña Everleigh nació prematuramente el 25 de julio de 2020, pero solo vivió 12
días, pues falleció el 6 de agosto. Ella pesaba menos de un kilogramo, tenía un pulmón desinflado y sufrió una hemorragia cerebral antes de morir. No obstante, Alana Ross, madre de la pequeña, recibió una llamada de la funeraria en la que le dijeron que no podían encontrar el cuerpo de su hija.