Málaga, 19 nov (EFE).- Rafa Nadal nunca olvidará el 19 de noviembre de 2024. Ese día, ante un pabellón Martín Carpena de Málaga lleno, con 10.700 espectadores en sus gradas, se despidió como tenista profesional con un sabor amargo por la temprana eliminación en cuartos de final de una Copa Davis especial. En casa y ante una afición que lo idolatra.
Más de veintitrés años han pasado desde aquel 29 de abril de 2002 en que logró su primera victoria en el circuito profesional en el ATP 250 de Mallorca. Tenía 15 años y 330 días y se convirtió en el jugador más joven en ganar un partido de un torneo oficial del circuito internacional al imponerse al paraguayo Ramón Delgado, 81 del mundo en ese momento.
Entre medias, hasta este 19 de noviembre de 2024, una extensa carrera profesional jalonada de éxitos. Dos oros olímpicos y 92 títulos en su palmarés, veintidós de ellos Grand Slams (14 Roland Garros, 2 Abiertos de Australia, 4 Abiertos de Estados Unidos y 2 Wimbledon), lucen en sus vitrinas. También cinco Copas Davis, una competición siempre especial al ser por equipos y representando a España.
Precisamente en la Copa Davis, en la que debutó en 2004, dijo adiós Nadal veinte años después. Un número redondo. Ésta vez, a diferencia de aquella ocasión en Sevilla, no pudo celebrar el título en otra ciudad andaluza, Málaga.
Nadal abrió la eliminatoria de cuartos ante Países Bajos. Lo hizo ante Botic van de Zandschulp, en un duelo en el que nunca se le vio cómodo, cometió errores en el primer set que le fueron minando y acabó superado por un rival que encontró fácil sus puntos débiles. Al final, 6-4 y 6-4 en una hora y cincuenta y dos minutos.
Después, como un aficionado más, animando a sus compañeros desde el banquillo, presenció la victoria de Carlos Alcaraz sobre Tallon Griekspoor pero también la derrota del dobles del tenista murciano junto a Marcel Granollers frente a Botic van de Zandschulp y Wesley Koolhof.
Punto y final a su carrera y además con un sabor amargo. Aún así, su grandeza como tenista no se podía ver empañada por este duro revés y así lo entendió la afición española, que se sumó al emotivo homenaje que preparó la organización para despedir a un deportista eterno. Una leyenda del tenis pero también del deporte español.
Rodeado de sus compañeros de selección (Marcel Granollers, Roberto Bautista, Pedro Martínez y Carlos Alcaraz), el seleccionador (David Ferrer) y su entrenador (Carlos Moyá), Nadal recibió el calor de todos los asistentes al Martín Carpena. "Gracias", fue la palabra más repetida por todos.
"Las gracias las tengo que dar a tanta gente que es difícil empezar. Gracias a todos vosotros, el público. Sinceramente han sido veinte años de carrera profesional en los
que me habéis llevado en volandas. En los momentos buenos me ayudabais a ganar el siguiente punto y en los malos me ayudabais a seguir peleando. Me he sentido muy afortunado por sentir tanto cariño alrededor de todo el mundo, especialmente aquí en España", dijo emocionado, sobre la pista, Nadal.
"La Copa Davis no ha salido como hubiera querido. Sinceramente he dado lo que tenía y quiero agradecer el apoyo. He pasado muchos días como profesional en equipo. Muchos de los momentos más emocionantes de mi carrera los he vivido con muchos de los que estáis aquí. Ha sido un verdadero honor y un privilegio ser parte de la selección", declaró.
"La realidad es que uno nunca quiere llegar a este momento. No estoy cansado de jugar el tenis pero el cuerpo no quiere y hay que aceptar la situación. Me siento muy privilegiado de hacer de una de mis aficiones mi profesión", confesó.
"Doy gracias a la vida por todo. Soy una persona que cree en la continuidad y por eso he intentado mantener el equipo y hacer pocos cambios para tener una relación personal que va más allá de la carrera profesional", comentó el tenista balear, que también se acordó de los medios de comunicación que han contado una "historia preciosa por todo el mundo con algunos momentos malos y la mayoría buenos e inolvidables".
"Me voy de este mundo del tenis habiendo encontrado muchos amigos en el camino y creo que siendo buena persona. Me voy con la tranquilidad de dejar un legado. Estoy tranquilo porque tengo una gran familia alrededor que me ayuda en todo lo que necesito", concluyó.
Sobre la pista, Rafa Nadal recibió una placa de homenaje de manos de David Haggerty, presidente de la Federación Internacional de Tenis, y de Miguel Díaz, presidente de la Federación Española de Tenis.
Un reconocimiento que llegó justo antes de que se proyectara por las pantallas centrales un vídeo de homenaje que protagonizaron reconocidas figuras del deporte internacional como los exfutbolistas David Beckham, Raúl González, Iker Casillas y Andrés Iniesta, tenistas como el serbio Novak Djokovic, el argentino Juan Martín del Potro, la estadounidense Serena Williams y el suizo Roger Federer o el golfista Sergio García.
El homenaje se cerró con unas cariñosas y sentidas palabras de David Ferrer, amigo, compañero y ahora seleccionador. "Se ha dicho todo de ti. Has dado ejemplo como persona y jugador quiere ser. La mejor educación es el ejemplo y tú has sido nuestro ejemplo. Para acabar hay personas que son recordadas eternamente y tú seras recordado eternamente".
Emocionado y brazos en alto en señal de despedida, Nadal recibió por última vez el aplauso de la afición española antes de marcharse por el túnel de vestuarios para iniciar una nueva vida para la que dijo estar preparado.